Tras un partido de la categoría 2004, el papá de un menor de General Lamadrid agredió con insultos y una trompada a un nene de 12 años. Desde el club de Adrogué radicaron la denuncia. Tras el lamentable hecho, el inadaptado escapó y todavía está prófugo.
Un nuevo hecho totalmente repudiable es noticia en las divisiones menores del fútbol nuestro país. Esta vez, Felipe Frignani, jugador categoría 2004 de Brown de Adrogué, fue increpado y agredido por un padre de otro juvenil.
El desenlace fue producto de algo que de principio había comenzado mal. El clima no era el mejor durante el duelo, ya que desde los costados del campo los familiares locales insultaron y pedían que quiebren al “ocho”. En ese momento, el árbitro del partido paró el juego y pidió el cese de las denigraciones, sino iba a intervenir la policía.
“El 9 de Lamadrid y el padre estaban esperando a nuestro joven. Cuando lo ven salir del vestuario, el mayor mandó a su hijo a pegarle a Felipe. Después de varios forcejeos, el señor le pegó una trompada en la cara”, informó Pablo Ochoa, coordinador de las inferiores del club, a www.deBrown.com.ar.
El agresor no fue reconocido en el momento, ya que huyó del lugar pocos segundos después. Personas presentes en el lugar también agregaron que el mismo hombre golpeó a una mujer que intentaba calmar los ánimos.
Frignani fue trasladado a una clínica de Adrogué para realizarle diferentes estudios radiográficos, los cuales no arrojaron lesiones en el rostro. El nene de apenas 12 años cuenta con hinchazón producto del fuerte golpe, que le impide masticar.
La palabra del club
Mediante un comunicado oficial, Brown de Adrogué explicó y repudió los hechos vividos en las últimas horas. Afirmó que la denuncia ante en agresor está radicada en al Comisaria 45 de Capital Federal, y destacó la importancia de los padres como ejemplo de los hijos.
"Lo sucedido nos permite recordar que son los padres los primeros formadores y educadores de sus hijos. Tomemos conciencia de ello, enseñémosles que el fútbol, ante todo, es un juego, no un ámbito donde por existir la competencia necesariamente debe existir la violencia. El rival no es un enemigo, todos nos divertimos juntos aunque llevemos distintos colores en el pecho", resalta en el párrafo final.
